domingo, 12 de septiembre de 2010

Gran victoria frente a Arsenal

Por Verónica Drygailo

El comentario del triunfo de River por 1 a 0 frente a Arsenal podría resumirse en una frase: el “Millo” jugó bien. Tal vez, alguien se atrevería a abrir un interrogante al respecto diciendo que Juan Pablo Carrizo fue una de las figuras de la cancha y sin quitarle veracidad a esa opinión, le respondería que un gran equipo necesita de un arquero “gana puntos”. El equipo de Angel Cappa mostró la misma actitud durante los noventa minutos, con algunos pasajes de toque y fútbol y otros, en los que debió apelar a la inteligencia para controlar la pelota y los pocos espacios. Arsenal llegó al Monumental con un planteo claro: apostar al empate. Se plantó con dos líneas de cuatro, tratando de ocupar el terreno e interrumpir los circuitos futbolísticos de su rival y tirando pelotazos para Obolo y Leguizamón. Es más, cada vez que pudo, el equipo de Gustavo Alfaro hizo tiempo y cortó el juego. Ante ese panorama, Cappa había optado por Rodrigo Rojas como enganche, con Ortega y Funes Mori como delanteros. Sin embargo, al paraguayo le costó asumir el rol de conductor, motivo por el cual, el “Burrito” se veía obligado a retroceder para tomar contacto con la pelota. En la mitad, Affranchino y Pereyra rodeaban a Almeyda, quien se desdoblaba para recuperar. Por momentos, Ferrari y Arano se sumaban a la pelea en el medio de la cancha.

A los 4 minutos, un tiro de Funes Mori pegó en el travesaño y se perdió por arriba. Se veía que River quería, aunque no siempre podía llegar con claridad. En esos momentos, cuando Arsenal se cerraba bien atrás, promediando el primer tiempo, Matías Almeyda probó un par de veces desde afuera y sus remates salieron desviados. Sobre el final de la etapa inicial, el “Millo” estuvo muy cerca nuevamente: un cabezazo de Funes Mori, una mediavuelta del “melli” y un tiro de Affranchino inquietaron a Campestrini.

En el segundo tiempo, Cappa movió las piezas: metió a Caruso por Rojas y Ortega quedó como enlace. En los primeros cinco minutos, Arsenal pareció cambiar de actitud, y ahí apareció Juan Pablo Carrizo: le tapó un remate a Obolo y sacó un tiro libre de Leguizamón. Entonces, River se volvió a meter en el partido: un disparo de Ferrari salió desviado y otro cabezazo de Funes Mori llevó peligro al área visitante.

Cuando iban 15, Cappa reacomodó otra vez las piezas: entró Lamela (se ubicó sobre la izquierda) por Affranchino y Pereyra pasó a la derecha. El equipo se adelantó aún más y corrió ciertos riesgos: tanto que a los 20, Leguizamón le ganó a Almeyda y quedó cara a cara con Carrizo y el arquero volvió a lucirse. Enseguida, también se le vino un remate de Kuproviesa desde lejos, que alcanzó a despejar. Ahí, el “Millo” se despertó definitivamente y arrinconó a Arsenal. A los 28, Campestrini sacó abajo a su izquierda un remate de Ferrari, de ese tiro de esquina, ejecutado por Ortega, llegó el cabezazo de Funes Mori que puso el 1 a 0. Alfaro empezó a hacer cambios para alcanzar el empate que había ido a buscar a Núñez, pero el “Millo” lo supo cerrar. Incluso, a los 41, Cappa se animó a ir contra el paladar riverplatense y el tiki-tiki: lo metió a Ballón en lugar de Ortega. River fue superior a Arsenal y se volvió a trepar en lo más alto de la tabla. Y ahora sí, se puede decir que el equipo funcionó colectivamente, también aparecieron las individualidades, se vio el corazón de todos y el DT mostró sus cualidades como entrenador haciendo las variantes en el momento correcto. El partido lo ganó todo el grupo “millonario”.

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