jueves, 19 de agosto de 2010

Nota a Carlos Arano

Por Veronica Drygailo


Terminó el tradicional asado de los jueves. La mayoría de los jugadores se van hacia el estacionamiento. Carlos Arano se detiene para conversar en exclusiva con “La hora de River”. En la tranquilidad de la antigua sala de conferencias, el defensor se acomoda junto a un ventanal y empieza a hablar con una sonrisa. Se lo ve distendido, con buena onda, algo que conserva desde sus comienzos en Racing. Sin embargo, “Chiche” reconoce que hoy está mucho más maduro, en lo profesional y también en lo personal. En noviembre nacerá Francisco, su tercer hijo; ya tiene a Catalina, de seis y Bernardita, de dos, quienes lo esperan ansiosos junto a Fiorella, su esposa, en el departamento de Barracas. “En esto también crecí, el hecho de formar una familia te da satisfacción y responsabilidad al mismo tiempo. Es muy lindo. Ellos te dan paz, los hijos te sacan una sonrisa cuando parece imposible. La familia te banca cuando llegás de un partido en el que te fue mal o si tenés una lesión, te contienen un montón”, cuenta.

-¿Te imaginabas que ibas a llegar a River y ser titular en el arranque?
-Es increíble, cada vez que me pongo la ropa de entrenamiento me miro el escudo y me siento feliz. Es lindo estar acá, uno siempre sueña con jugar en los mejores clubes, pero no siempre te llega la oportunidad y por eso trato de disfrutarlo. Acá lo hacés, para bien o para mal, repercute muchísimo. Por ahora venimos bien, le dimos algunas alegrías a la gente y ojalá logremos festejar a fin de año.

-¿Pesa la camiseta de River? Da la sensación de que a vos no.
-En este momento, no. Creo que puede ser por la edad, por la experiencia de haber jugado en equipos grandes o por pelear cosas difíciles como en Huracán, así que hoy me siento tranquilo. Se que debo crecer en lo individual y también en función del equipo. Lo importante es que se ganó en los dos primeros partidos, aunque sabemos que por momentos no se jugó bien, siempre los resultados positivos ayudan para corregir errores con más calma. Queremos seguir por este camino y mejorar un montón.

-¿Cuánto tiene que ver Cappa en esta madurez que demostras?
-Mucho, el conocimiento es fundamental. El siempre confió en mí y yo trato de responderle en cada entrenamiento para que vea que estoy para jugar. El día que no vea bien, seguro que me tocará salir como a cualquier otro compañero. Acá hay una competencia muy sana, sólo entran once y los que están afuera también quieren jugar. Lo positivo es que se armó un gran plantel y un buen grupo humano.

-¿Tuviste que modificar aspectos de tu juego para ensamblarte en el estilo que propone Cappa?
-No, pero me llevó un tiempo conocerlo. Al principio, en nos mirábamos un poco raro porque de esta manera se juega muy abierto y si el rival te agarra mal parado, te genera peligro. Cuando se aprende a defender con la pelota, se corre mucho menos, el desgaste lo hace el rival, así que tengo la ventaja de haber trabajado con él. Igual, se que si no me esfuerzo todos los días, me va a sacar. Nadie te regala el puesto.

-En una de tus respuestas reconociste que no jugaron bien, ¿por qué les costó?
-Quizás en el primer partido había mucha ansiedad, los nervios te afectan también y Tigre se metió atrás. No tuvimos muchos espacios. Después, se mejoró en el primer tiempo contra Huracán y pienso que a medida que pasen los partidos no iremos soltando más. Lo importante es que ganamos los seis puntos. Hay que ir de menor a mayor y todos los compromisos, se encaran como una final porque nos jugamos mucho.

-¿Los benefició el cambio de esquema contra Huracán?
-En realidad, lo que te beneficia es tener jugadores de buen pie. Este es un plantel muy rico, con variantes, pero hay varios chicos jóvenes, a los que tenemos que acompañarlos y alentarlos. Esta es una institución con mucha historia y eso implica una responsabilidad enorme. Depende de nosotros que el técnico se ponga a pensar a ver a quien pone de titular.

-A vos todavía te falta mostrar la buena pegada que tenés de media o larga distancia
-Sí, de a poquito voy tomando confianza, hay partidos que se dan más abiertos y te quedan espacios para patear, ya llegará el momento. Esta es una pelota que se mueve mucho y hay que probar desde afuera del área. Ojalá se me de alguna oportunidad dentro de poco para poder generarle problemas al arquero contrario.

-Se te ve mucho más maduro, ¿qué te hizo crecer?
-La experiencia en el exterior. Uno va madurando como persona a la par del jugador. A veces, no te toca estar entre los titulares y si sos chico, te fastidias más rápido. En cambio, cuando sos más grande te replanteás porqué no jugas y te enojás menos. Hoy me toca llegar a River en la edad justa.

-¿Te quedó una “espina” de tu paso por Italia?
-Y… estuve un año y no jugué ni un solo partido. Me gusta el estilo de allá. Ahí aprendí mucho. Pensá que me fui siendo titular indiscutido y muy querido en Racing y llegué allá y no me conocía nadie. Me sentí un jugador importante y en Italia, no sabían ni mi nombre. Eso me hizo crecer.

-¿Te apuraste en irte?
-No, me fui jugando, con una buena actuación en la Copa Libertadores. Quizás si lo pienso hoy, lo ideal es irse con 24 o 25 años y con más de cien partidos en primera. Las cosas se dieron así, Racing también necesitaba vender y no me arrepiento. Me pareció una buena oportunidad y en definitiva, me sirvió para madurar.

-¿Cómo es el hincha de River por lo que vas viendo en este tiempo que llevás en el club?
-Es muy exigente y hay que ser consciente de la historia que tiene el club y lo que nos estamos jugando. Entonces, lo entendemos. Sabemos que este año viene más complicado porque están preocupados por el tema del promedio. Por suerte, en el arranque le descontamos a varios y nuestro juego va creciendo.

-Cuando se cerró la puerta del vestuario en la cancha de Huracán, ¿pensaron en que estaban primeros o en lo que habían descontado por el promedio?
-Sentimos alegría por las dos cosas. Se ganó un partido complicado, cuando perdimos la pelota supimos defendernos y nos llegaron poco.

-Se afianzaron rápido siendo una defensa nueva
-Lo que pasa es que somos jugadores de experiencia y podemos hablar tranquilos. Ferrari y Ferrero tienen un montón de partidos en el lomo, Maidana ganó cosas importantes en un club como Boca y Carrizo te da una gran seguridad.

-Por tu pasado, ¿es especial jugar contra Independiente?
-Ya no, cuando era más joven sí, uno va perdiendo el fanatismo del club del que es hincha con el paso de los años. También en Huracán esperaba el clásico con San Lorenzo como algo particular y ya estoy esperando ganarle a Boca. Uno cuando mira el fixture se fija en el clásico rival, pero falta un tiempo. Ahora hay que pensar en Independiente, que necesita sumar y nosotros, también.

-¿Se puede ilusionar el hincha?
-Es lindo que puedan soñar, porque eso significa que algo bueno estamos haciendo. Nosotros debemos mantener los pies sobre la tierra, acá hay un buen plantel, estamos arriba con puntaje ideal, pero no podemos olvidarnos de la promoción.

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